jueves, 16 de agosto de 2012

Welcome to Fabulous Vegas


(o el día que casi tocamos crías de tiburones asesinos)

Hoy hemos visto las Vegas, bueno, se podría decir que sólo hemos visto la calle principal (Las Vegas Boulevard): La ciudad auténtica de las Vegas parece estar a cosa de un kilómetro de aquí, pero elcomplejo erótico-festivo-turístico está aquí mismo. Es como una calle Port Aventura Style, llena de hoteles que son a la vez casinos y centros comerciales, cada uno con un ambiente distinto, como si fuesen un pequeño mundo.
Hemos empezado por el hotel Flamingo, donde tienen flamencos en el patio (de ahí el nombre); los tienen ahí con un microclima, muy majos ellos. Luego hemos seguido hacia la zona de París, que tiene su propia ópera y Torre Eiffel. Luego nos hemos ido a la zona de Nueva York, que tiene todo el skyline, y el puente de Brooklin, y una súper montaña rusa (a la que, evidentemente, nos hemos subido) que lo rodeaba todo.
Para acabar la mañana, nos hemos ido hasta el Mandalay Bai, porque según nuestra Lonely Planet, hay un súper acuario en el que se pueden hasta tocar crías de tiburones. El acuario es bestial, tengo que reconocerlo, tiene una piscina gigante de 1’3 millones de galeones de agua (unos cinco millones de litros) con tiburones, peces, mantas y de todo, además del típico recorrido por un pasillo lleno de peces alucinantes, y hasta un dragón de komodo. Además tiene una piscina con mantas y unos bichos muy graciosos a los que puedes tocar y son muy suaves y es muy guay. Pero ahí no hay tiburoncitos. Además, estaba convencidísima de que era una patillada de la guía, y me daba demasiada vergüenza preguntar por semejante flipada.
Al salir del acuario hemos probado una máquina tragaperras. Hemos puesto un dolor, le hemos dado a la palanca, luego a un botón y luego no hemos ganado nada. No es divertido. No entendemos por qué la gente se engancha.
Después de todo esto se nos había hecho bastante tarde, porque, aunque parecan pocas cosas, está todo como muy separado y se tarda mucho en llegar a los sitios, así que nos fuimos a comer al hotel y a hacer media siesta (como siempre, un error).
Cuando por fin nos levantamos de la siesta, fuimos hasta un museo de neón que parece ser que aún no estaba construido (segudna patillada de la Lonely Planet). Pero bueno, gracias a eso encontramos muy fácilmente la famosa calle Fremont, donde hay un super centro comercial gigante con la pantalla más grande del mundo en el techo, haciendo como una bóveda … donde nos han proyectado un trozo de un concienrto de Bon Jovi!
Lo más fascinante de las Vegas son los párkings gratuitos (true story).

No hay comentarios:

Publicar un comentario