(o el día que fuimos a una reserva índia y vimos cómo atracaban un banco)
Cómo hoy expiraba nuestro
alquiler del maravilloso Ford Edge blanco del que disponíamos, lo primero que
tuvimos que hacer es ir a alargarlo. Nosotros pretendíamos alargarlo hasta el
día 23, que ya es cuando lo devolveríamos en Chicago, pero resulta que llevarlo
hasta Chicago tiene un suplemento de muuuchos dólares, así que tuvimos que
alargarlo provisionalmente sólo un día para poder ir al Colorado, pero
tendremos que mirar un coche para irnos mañana hacia Salt Lake City (eso es
otra historia).
Ir hasta el parque natural del
Cañón del Colorado son más o menos cinco horas, así que preferimos ir hasta una
reserva índia que hay bastante antes desde la que se ve todo el Cañón; se le
llama Grand Canyon Skyline o una cosa así.
De camino hasta el Skyline éste paramos en un sitio que se llama The Last Arizona Stop, que parece uqe es famoso, y que es el último bar que encuentras en Arizona antes de llenar a Nevada si estás yendo a las Vegas. Nos partimos un plato (porque aquí a las doce de la mañana ya están sirviendo la comida, y nosotros sólo queríamos almorzar), y dimos una vuelta. Era un sitio muy guay, de éstos en los que intentan detectar aliens, y tienen clubs de tiro.
Lo que no sabíamos es que
había que pagar para entrar a la reserva y ver el Cañón. Además, si querías
subirte a un balcón impresionante que han construido, tenías que pagar más. Así
que nosotros pasamos del balcón (y suerte que lo hicimos porque parecía una
chorrada, cuando lo vimos). Total, que los indios se han americanizado muy rápidamente.
Decidimos dar una vuelta por la reserva, y ver lo que se pudiese sin subirnos al balcón famoso, y la verdad es que la acertamos bastante. La reserva era muy bonita, y había como un autobusito que te iba llevnado de los puntos más importantes a otros. Además, estaba toda como organizada alrededor de un precipicio, así que se veía todo el cañón y el río Colorado (que, como su nombre indica, tiene color, es marrón!).
Además, por la reserva había un sitio como ambientado en el lejano oeste, y había actividades del plan aprender a tirar el lazo y montar a caballo y, para los niños, parecía que habia montada una actividad en la que tenían que robar el banco y conseguir que no los pillase el Shériff (porque había un Shériff), y siempre había un niño que corría y robaba el banco, y el Shériff le empezaba a gritar y a disparar balas de fogueo, y fue muy gracioso.
Después de dar un buen paseo se nos hicieron ya las cinco de la tarde, así que comimos algo rápido y nos pusimos en marcha.
Así que queda pendiente ver qué sucede mañana con el coche nuevo, a veure si ens en sortim.
(no pongo fotos porque este Travelodge tiene el peor wifi de toda américa)
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